Coca cola ya tiene muy preparado su anuncio, el Corte Inglés se está forrando (por fin un pequeño respiro en sus ingresos entre tanta crisis), los camellos ya andan haciendo estiramientos para empezar a repartir y esa empresa que tenga la suerte de hacer el primer anuncio del año (que como sabéis es el más caro de hacer de todo el año) ya lo tendrá todo preparadísimo.
Después de más de 2000 años sigue siendo todo un evento. Las invitaciones ya hace días que nos han llegado con el esperado Adviento que semanas atrás comenzó. Todos estamos sumergidos en un gran proyecto, tenemos un amigo en común que está a punto de celebrar su cumpleaños.
Un cumpleaños siempre es especial, todos tus amigos se esfuerzan por hacerte sentir bien y transmitirte su calor. Das gracias a Dios por el don de la vida en ese día. Pero ¿Cómo será de especial si el que viene ya en si es especial? ¿Cómo tengo que prepararme si el que celebra su fiesta es el Hijo del hombre?
Son muchos los que hoy en día no dejarían nacer a Jesús en su casa, también somos muchos los que sí que lo haríamos. Estoy seguro de que nosotros le daríamos incluso nuestra cama, por ello os invito a que encarguéis el mejor regalo para él, compréis las velas y pongáis los ingredientes a punto para la tarta. La música ya está resonando por las calles y el lugar de la fiesta será “EL MUNDO ENTERO”. Estáis todos invitados.
La Navidad es un buen momento para pensar en aquellas cosas que hemos ido haciendo y ofreciendo a los demás. La gente que nos rodea es el mayor regalo que Dios nos ha dado.
Todos vivimos cada año y por supuesto cada día nuevas experiencias que nos ayudan a crecer, a mejorar y a ser personas. Yo este año 2011 he vivido una de las cosas que más ansiaba, después de 2 años de guardería, 1 año de preescolar, 6 años de primaria, 4 años de ESO, 2 años de bachillerato, 3 años de Magisterio, los estudios de Religión, los estudios de Catalán y varios meses estudiando derecho, Dios me ha ofrecido la oportunidad de poderme ofrecer a los demás, siendo maestro, ofreciendo lo que sé y sobre todo mi amistad y mi persona a los demás. No siempre es fácil pues a veces aun intentando ser fiel a Dios con tus obras e intentando ayudar a los demás, metes la pata y decepcionas a gente que te importa. Pero a pesar de todas esas “pantallas de juego con retos a superar a las que cada día nos enfrentamos” doy gracias a Dios por este año pues he tenido la oportunidad de conoceros, de conocer a gente que pasará a formar parte de mi vida por y para siempre. He dejado muchas cosas atrás: mis padres, mis mejores amigos... mejor dicho no los he dejado atrás sino a un lado, pues siempre puedo contar con ellos pero de una cosa estoy seguro: Vosotros lo valéis, ha merecido la pena.
Os invito a reflexionar sobre vuestras obras, sobre esos pequeños detalles de cada día y a que ayudéis a quien tengáis ocasión en especial estas Navidades. Tened en cuenta siempre ante una discusión que son más las cosas que nos unen que las que nos separan. Aprender a ser generosos y a perdonar pues el perdón y la amistad llenarán el pesebre de calor para cuando llegue el momento. Yo también pido perdón a todos aquellos que haya ofendido desde mi ignorancia pues no tengo intención de ofender a nadie sino de ser cercano e iluminar el camino de aquellos que necesitan luz.
Un abrazo y mi oración.
“Va por ti en especial y por todos vosotros Quintos”